Meta está de capa caída, ha comenzado 2022 con un descenso significativo en su cifra de negocio y las bolsas han reaccionado dejando caer su valor en bolsa. Aun así, Meta sigue con sus planes de futuro.
Esta es la apuesta de Meta. La empresa está construyendo un superordenador conocido como AI Research SuperCluster (RSC) para acelerar la inteligencia artificial (IA) y ayudar a construir para el metaverso.
El RSC, descrito como «uno de los superordenadores de IA más rápidos de la actualidad», ayudará a la empresa a crear nuevos y mejores modelos de IA, a trabajar en cientos de idiomas diferentes y a desarrollar herramientas de realidad aumentada.
En la actualidad, la IA puede realizar tareas como traducir textos entre idiomas y ayudar a identificar contenidos potencialmente dañinos, pero el desarrollo de la próxima generación de IA requerirá potentes superordenadores capaces de realizar quintillones de operaciones por segundo.
En última instancia, el trabajo realizado con RSC allanará el camino hacia la creación de tecnologías para la próxima gran plataforma informática: el metaverso, donde las aplicaciones y los productos impulsados por la IA desempeñarán un papel importante.
Para aprovechar al máximo las ventajas de la IA avanzada, varios dominios, ya sea la visión, el habla o el lenguaje, requerirán el entrenamiento de modelos cada vez más grandes y complejos, especialmente para casos de uso críticos como la identificación de contenidos nocivos.
La pregunta es, ¿conseguirá RSC devolver el brillo a Meta?
Pronto lo sabremos.